Él tiene 25 años, es inteligente, serio y responsable. Ha llevado una vida tranquila. Pocas fiestas, poco alcohol. Por ende, pocas mujeres, más bien alguna. Es mi amigo Fernando, y a través de los post lo irán conociendo mejor. Por ahora deben saber que tiene un futuro promisorio, sin embargo todo esta a punto de hecharse a perder, o al menos eso pienso yo. El motivo? Una mujer. La historia se les empieza a hacer conocida?
Alfonso no querría que mencione su edad, algo que no entiendo, pero no pasa de los treinta. Ha vivido más que nosotros, y por sus relatos, yo diría que de todo. El tío nunca te dice no si se trata de juerga. El tío dice no ser muy sociable, yo creo que se subestima. El tío es muy buena gente, yo diría que demasiado. El Foncho sería siempre un cague de risa, claro, si no fuera por las mujeres que a veces lo anestecian. Al Foncho a veces le gusta ser amordazado a voluntad propia.
Yo soy quien escribe, a diferencia de mis amigos, fóbico a las relaciones. Mal pensado y casi siempre acertado. Me encanta la noche, es lo único que tengo de vampiro. No resisto un fin de semana en casa. No me imagino sin socializar. Me asusta tener a una mujer colgada del cuello un sábado por la noche, impidiendome acercarme a chicas más bonitas que ella, más interesantes, más prometedoras. No siempre fue así. La confianza con las que algunas amigas me contaban sus proezas me divertía, pero luego me asustaba. Las relaciones de algunos que se enamoraron sólo para desgraciarse la vida, me enseñaron. Mis relaciones con algunas féminas terminaron por moldearme.
No siempre voy a ser así, algún día conoceré a la mujer que me quite los miedos, que me enseñe qué es la confianza. Lo más probable es que me case con ella, que tengamos hijos y la pasemos de puta madre. Pero no voy a escribir ahora de eso, me parece aburridisimo.
Ya nos conocemos mejor. Ya saben quién soy yo. Quienes son mis amigos. Yo espero conocerlos por sus comentarios -si es que alguien me lee-
Por cierto, tengo 25 años, y este mes morado cumplo 26. No me emociona para nada seguir creciendo. Extraño la inmadurez de antaño, la despreocupación, el que las mujeres no te esten evaluando como futuro marido. Sin embargo hace un año era distinto, estaba emocionado. Tenía una teoría: "nuestra generación tiene una vida promedio de cincuenta años, los veinticinco es la mitad de mi vida". Nunca había hecho una fiesta -al menos despues de los diez años, cuando mis padres dejaron de organizarme esas fiestecitas donde el 75% eran mayores de treinta-, siempre la pasé en discotecas. Pero esa idea me había corroído la mente todo el verano. Alguién por ahí mencionó que el veintiuno de Octubre caía Domingo. Era perfecto, juergaza el sábado y a las 00:00 horas ya era mi cumpleaños. Así que empezé a organizar todo con detenimiento, si me animaba a hacerlo por primera vez, debía ser perfecto. Hasta había la promesa que el Foncho, Fer y yo reflotaramos la banda despues de cinco años y por única noche. Con lo que no contaba una mañana de Setiembre en la que leía muy a gusto el periodico, era que la página tres me condenaría a jamás realizar aquella fiesta de ensueño planeada. El texto decía más o menos lo siguiente:
"El domingo 21 de octubre fue declarado como el "Día del Censo Nacional", para efectos de realizarse los censos nacionales XI de Población y VI de Vivienda en el área urbana a nivel nacional, según establece un decreto supremo de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), publicado en el boletín de Normas Legales del diario oficial El Peruano. Para tal efecto, el Ministerio del Interior, en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a resuelto el cumplimiento de la llamada ley seca, que se aplicará desde las 11:00 p.m. del sábado 20 de octubre hasta las 6:00 p.m. del día lunes. También se ha dispuesto orden de inamovilidad desde las 8 a.m. hasta las 6 p.m. del domingo 21."
Para alguién que respeta las leyes, era imposible violar aquel atropello a mi onomástico. Por primera vez me vi muy tentado a desobeder al estado, impulsado por voces que repetían incesablemente: "nadie va cumplir eso huevón". Pero no lo hice, y el gobierno Aprista es responzable de cualquier daño que a futuro pueda causarme esa decepción.
Pero ya no cumplo veinticinco, así que nuevamente no hay emoción. Ahora no sólo me da igual celebrar ese día -porque cualquier sábado me puedo boletear igual o mejor- sino que me rehuso a ser más viejo. La panzita de adulto, las entradas amenazantes y los pocos amigos solteros que me quedan no son muy motivantes. Sin embargo, sospecho que este mes me depara una que otra sorpresa positiva, no en vano es el mes de los milagros, no en vano soy un ferviente devoto del Cristo Morado. Así que intentaré olvidarme un poco de mi estupido cumpleaños, y mencionarlo casi nunca en los siguientes posteos.
Blogalaxia Tags: cumpleaños Cuentos+Chinos amor mujeres conocer
Alfonso no querría que mencione su edad, algo que no entiendo, pero no pasa de los treinta. Ha vivido más que nosotros, y por sus relatos, yo diría que de todo. El tío nunca te dice no si se trata de juerga. El tío dice no ser muy sociable, yo creo que se subestima. El tío es muy buena gente, yo diría que demasiado. El Foncho sería siempre un cague de risa, claro, si no fuera por las mujeres que a veces lo anestecian. Al Foncho a veces le gusta ser amordazado a voluntad propia.
Yo soy quien escribe, a diferencia de mis amigos, fóbico a las relaciones. Mal pensado y casi siempre acertado. Me encanta la noche, es lo único que tengo de vampiro. No resisto un fin de semana en casa. No me imagino sin socializar. Me asusta tener a una mujer colgada del cuello un sábado por la noche, impidiendome acercarme a chicas más bonitas que ella, más interesantes, más prometedoras. No siempre fue así. La confianza con las que algunas amigas me contaban sus proezas me divertía, pero luego me asustaba. Las relaciones de algunos que se enamoraron sólo para desgraciarse la vida, me enseñaron. Mis relaciones con algunas féminas terminaron por moldearme.
No siempre voy a ser así, algún día conoceré a la mujer que me quite los miedos, que me enseñe qué es la confianza. Lo más probable es que me case con ella, que tengamos hijos y la pasemos de puta madre. Pero no voy a escribir ahora de eso, me parece aburridisimo.
Ya nos conocemos mejor. Ya saben quién soy yo. Quienes son mis amigos. Yo espero conocerlos por sus comentarios -si es que alguien me lee-
Por cierto, tengo 25 años, y este mes morado cumplo 26. No me emociona para nada seguir creciendo. Extraño la inmadurez de antaño, la despreocupación, el que las mujeres no te esten evaluando como futuro marido. Sin embargo hace un año era distinto, estaba emocionado. Tenía una teoría: "nuestra generación tiene una vida promedio de cincuenta años, los veinticinco es la mitad de mi vida". Nunca había hecho una fiesta -al menos despues de los diez años, cuando mis padres dejaron de organizarme esas fiestecitas donde el 75% eran mayores de treinta-, siempre la pasé en discotecas. Pero esa idea me había corroído la mente todo el verano. Alguién por ahí mencionó que el veintiuno de Octubre caía Domingo. Era perfecto, juergaza el sábado y a las 00:00 horas ya era mi cumpleaños. Así que empezé a organizar todo con detenimiento, si me animaba a hacerlo por primera vez, debía ser perfecto. Hasta había la promesa que el Foncho, Fer y yo reflotaramos la banda despues de cinco años y por única noche. Con lo que no contaba una mañana de Setiembre en la que leía muy a gusto el periodico, era que la página tres me condenaría a jamás realizar aquella fiesta de ensueño planeada. El texto decía más o menos lo siguiente:
"El domingo 21 de octubre fue declarado como el "Día del Censo Nacional", para efectos de realizarse los censos nacionales XI de Población y VI de Vivienda en el área urbana a nivel nacional, según establece un decreto supremo de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), publicado en el boletín de Normas Legales del diario oficial El Peruano. Para tal efecto, el Ministerio del Interior, en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a resuelto el cumplimiento de la llamada ley seca, que se aplicará desde las 11:00 p.m. del sábado 20 de octubre hasta las 6:00 p.m. del día lunes. También se ha dispuesto orden de inamovilidad desde las 8 a.m. hasta las 6 p.m. del domingo 21."
Para alguién que respeta las leyes, era imposible violar aquel atropello a mi onomástico. Por primera vez me vi muy tentado a desobeder al estado, impulsado por voces que repetían incesablemente: "nadie va cumplir eso huevón". Pero no lo hice, y el gobierno Aprista es responzable de cualquier daño que a futuro pueda causarme esa decepción.
Pero ya no cumplo veinticinco, así que nuevamente no hay emoción. Ahora no sólo me da igual celebrar ese día -porque cualquier sábado me puedo boletear igual o mejor- sino que me rehuso a ser más viejo. La panzita de adulto, las entradas amenazantes y los pocos amigos solteros que me quedan no son muy motivantes. Sin embargo, sospecho que este mes me depara una que otra sorpresa positiva, no en vano es el mes de los milagros, no en vano soy un ferviente devoto del Cristo Morado. Así que intentaré olvidarme un poco de mi estupido cumpleaños, y mencionarlo casi nunca en los siguientes posteos.
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1 comentarios:
jaja ya ps si no te interesa cuando celebrarlo entonces ven al mio, ven a mi cumple... recuerda q qedamos q celebrariamos juntos un año mas de viejitos jaja..besotes xino muaaa. dolly
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